Si vas a viajar a Escocia y quieres saber qué ver y hacer y cuál es la mejor ruta para visitar Edimburgo en tres días sin perderte nada, este itinerario está pensado para ti.
Porque no solo es posible ver Edimburgo en 72 horas, sino que es tiempo más que suficiente para no perderte ninguno de sus lugares imprescindibles y disfrutar de verdad del ambiente de esta ciudad única.
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Primer día – Old Town
Nuestro primer día en Edimburgo lo vamos a pasar explorando la Royal Mile, su calle más famosa, que atraviesa toda la Ciudad Vieja (Old Town) y en torno a la cual se distribuyen la mayor parte de lugares de interés y monumentos de la ciudad.

Entrada al Castillo de Edimburgo.
Como tenemos toda una mañana y una tarde para dedicársela a la Royal Mile, lo más práctico es empezar por el Castillo de Edimburgo, y aprovechar para visitarlo por dentro (unas 2 horas).
Al salir, comienza a bajar la Royal Mile: a la derecha verás la silueta picuda de la iglesia conocida como The Hub, actual sede del Festival de Edimburgo. Muy cerca del castillo se encuentran también dos de las atracciones más solicitadas de la ciudad: Scotch Whisky Experience, dedicada a conocer el mundo del whisky y donde puedes comprar alguna botella o realizar una cata, y la Cámara Oscura, una espacio donde las ilusiones ópticas, los laberintos y acertijos son los protagonistas, junto con el artefacto conocido como camera obscura (una lente situada en una habitación oscura, que al dejar pasar la luz del exterior proyecta imágenes de la ciudad invertidas).

El milano real de Gladstone’s Land.
También puedes visitar la antigua casa señorial de Gladstone’s Land, un poco más abajo, y a continuación la Catedral de Saint Giles.
No te vayas sin asomarte a algunos de los famosos callejones o closes de la Royal Mile: los más curiosos en este tramo son Lady Stair’s Close, Old Fishmarket Close, Advocate’s Close (para tener una vista alucinante del Monumento a Scott) o el famoso Mary King’s Close.

Entrada a Advocate’s Close.
Puedes aprovechar para hacer una pausa y comer por la zona de Grassmarket (a la que llegarás fácilmente desde The Hub, girando a la izquierda por Upper Row hasta salir a Victoria Street) en alguno de los sitios que te recomendamos en nuestro artículo dónde comer en Edimburgo.

Victoria Street, una de las calles más pintorescas de Edimburgo.
Por la tarde, acércate hasta George IV Bridge (desde Grassmarket solo tienes que subir por Candlemaker Row) para hacer una visita al perro más célebre de Escocia, Greyfriars Bobby, y al cementerio de Greyfriars.

Galería del Museo Nacional de Escocia.
Si te gustan los museos, puedes visitar, justo frente a la escultura de Bobby, el Museo Nacional de Escocia (como poco, sube a la terraza superior para disfrutar de una panorámica estupenda de Edimburgo). Y si vuelves a la Royal Mile y sigues bajando, encontrarás otros tantos museos interesantes en el tramo de Canongate: el Museo de la Infancia, el Museo de Edimburgo y el People’s Story. Los tres son pequeños y se visitan en apenas un rato, por lo que si vas bien de tiempo, ya que son gratis, puedes aprovechar para hacerles una visita.

Canongate, el último tramo de la Royal Mile.
Cuando llegues casi al final de la Royal Mile, a mano izquierda dejarás la iglesia y el cementerio de Canongate y, frente a ti, se extenderá el Palacio de Holyrood. Merece la pena verlo por dentro, y sobre todo pasear entre las ruinas de la Abadía de Holyrood y de los jardines que lo rodean.

La abadía agustina del Palacio de Holyrood.
Si no te has parado en los museos y aún te sobra tiempo, puedes animarte a hacer la subida hasta Arthur’s Seat, un lugar único desde el que contemplar el atardecer sobre Edimburgo.
Segundo día – New Town
Hoy dedicaremos el día a conocer la Ciudad Nueva o New Town de Edimburgo, que a pesar de su nombre no es tan moderna como cabría pensar. Y es que la Ciudad Nueva se extendió junto a la Old Town en el siglo XVIII, cuando las clases altas de Edimburgo buscaron un lugar más salubre en el que construir sus hermosas mansiones de corte neoclásico.

Vistas de Princes St. desde el Monumento a Walter Scott.
Princes Street es a la New Town lo que la Royal Mile a la Old Town: su eje principal, en torno al cual distribuiremos la mayoría de nuestras visitas de hoy.
Comenzaremos la mañana bien despiertos (y desayunados) en el cruce entre Waterloo Place y Princes Street, justo junto al Hotel Balmoral (lo reconocerás por su gran reloj, que indica la hora a todos los viajeros que van con prisa a la cercana estación de Waverley).

Mausoleo de David Hume.
Desde este punto vamos a subir por Waterloo Place en dirección a Calton Hill (unos 10 minutos a pie). A mitad de camino, en la acera derecha, verás la entrada al Cementerio Old Calton, escenario de las leyendas más tétricas y donde se encuentra el mausoleo del filósofo David Hume.
Visto el cementerio, sigue subiendo 5 minutos más hasta ver, a mano izquierda, unas escaleras que conducen directamente a Calton Hill. Una vez arriba, detente a contemplar la panorámica de Edimburgo a 360 grados. Y si quieres ver la ciudad desde un punto todavía más alto, sube al mirador del Monumento a Nelson.

El Monumento a Nelson en Calton Hill.
Una vez hayas recorrido todo el perímetro de Calton Hill, puedes comenzar a bajar en dirección a Princes Street.
Junto a los Jardines de Princes Street verás un protagonista indiscutible: el gótico Monumento a Scott, construido en homenaje al novelista escocés por excelencia. Si quieres puedes subir, pues la vista desde arriba es realmente increíble.

The Mound.
Un poco más allá reconocerás, por sus dos edificios neoclásicos, la Galería Nacional Escocesa, junto a la enorme colina artificial conocida como The Mound (si viajas con niños, aquí tenéis una visita muy entretenida, el Museum on the Mound).

Los lujosos techos de The Standing Order.
A estas alturas ya tendrás hambre, y por aquí encontrarás infinidad de pubs y restaurantes donde comer. Si quieres probar en dos de los más míticos, dirígete hacia Frederick Street desde Princes Street, y cuando llegues a la rotonda de George Street, gira a la derecha. A apenas dos minutos verás The Standing Order, un pub ubicado en un antiguo banco donde merece la pena comer aunque solo sea por verlo por dentro. Y un poco más adelante, en la misma calle, The Dome, otro pub con un interior deslumbrante (aunque bastante más caro que el primero).
Cuando termines de comer, vuelve sobre tus pasos de nuevo hacia la rotonda, y recorre George Street en dirección contraria a la que venías, para desembocar en Charlotte Square, donde se encuentra la Georgian House, considerada el mejor ejemplo de arquitectura georgiana de Edimburgo (la visita dura aproximadamente una hora).

El Water of Leith.
Si aún te queda tiempo, puedes seguir dando un paseo bordeando el Water of Leith, junto al que se encuentra Dean Village, sin duda uno de los lugares más bonitos de Edimburgo. Un poco más allá tienes la Galería Nacional Escocesa de Arte Moderno.
Tercer día – Leith, Stockbridge o Nessie
Con las rutas del primer y segundo día ya habrás visto los principales lugares de interés de Edimburgo, aunque la ciudad aún alberga muchos otros sitios que merece la pena conocer.
Así que para este tercer día vamos a proponerte varios planes diferentes para seas tú quien escoja cómo quiere despedirse de Edimburgo ;)
- Visitar el barrio de Leith: antiguo barrio de pescadores y zona portuaria de Edimburgo, para palpar la esencia más auténtica de Edimburgo hay que perderse por Leith. El barrio protagonista de la película de Trainspotting ya no es un lugar peligroso, o al menos no tan decadente como aparece en el film. Muy al contrario, se ha convertido en una zona de moda en la ciudad, revitalizada con numerosos pubs, mercados callejeros y visitas interesantes, como la del Royal Yacht Britannia, el lujoso yate de la familia real británica.

Mural en el barrio de Leith.
- Pasear por Stockbridge: el contrapunto de Leith lo pone Stockbridge, un barrio residencial muy cerca del centro de Edimburgo donde abundan los rincones fotografiables: puertas de colores, fachadas de ladrillo y elegantes viviendas con jardín delantero se mezclan con charity shops donde rebuscar algún chollo. ¿Lo mejor? Circus Lane, su calle más pintoresca, las Stockbridge Colonies o mews (un puñado de calles en las que aún se pueden ver las antiguas viviendas de los obreros del XIX y que constituyen uno de los rincones con más encanto de Edimburgo) y el Mercado de Stockbridge que se celebra todos los domingos. Muy cerca encontrarás también el Jardín Botánico de Edimburgo.

Las Stockbridge colonies.
- Hacer una excursión al Lago Ness y las Highlands: si no quieres marcharte sin conocer un poco de esa Escocia legendaria, la de esos paisajes impresionantes donde predomina el verde, te invitamos a recorrer las Highlands con nosotros y visitar uno de los lugares más famosos de Escocia, el Lago Ness. Nuestros guías en español son unos apasionados de la historia escocesa y te harán pasar un día inolvidable. Además, llegamos hasta Inverness, la capital de las Highlands.