Los miradores de Edimburgo son la mejor forma de apreciar en todo su esplendor la belleza de esta ciudad única. Da igual que el día esté nublado o soleado: Edimburgo siempre luce en las fotos (e incluso le sientan bien unas cuantas nubes, aunque a sus habitantes no les sienten tan bien…) y nosotros os contamos desde dónde podéis obtener las panorámicas más impresionantes de la capital escocesa.
Echa un vistazo a nuestra selección y descubre cuáles son los mejores miradores de Edimburgo:
1. Calton Hill
Si hay una imagen icónica de Edimburgo, sin duda es la de la ciudad recortándose al fondo con los monumentos de aires griegos de Calton Hill en primer plano.

Panorámica de Calton Hill.
Lo mejor de Calton Hill, además de todos los lugares de interés que alberga (entre los que destaca esa especie de esqueleto del Partenón que es el Monumento Nacional), son sus vistas de 360 grados de la ciudad: Arthur’s Seat y el edificio con forma de armadillo de Our Dynamic Earth; al lado, el Palacio de Holyrood y el Holyrood Park con las Salisbury Crags; más allá la Old Town y la New Town, y el Castillo de Edimburgo al fondo; de frente, Princes St. en toda su extensión y por último, Leith perdiéndose hasta el mar y, si el día está despejado, la costa de Fife detrás. ¡Un clásico de los miradores!
2. Monumento a Nelson
Dentro de Calton Hill, si queréis rizar el rizo y disfrutar de una panorámica espectacular de Edimburgo pero todavía más alto, podéis subir al Monumento a Nelson, esa especie de faro en espiral que es visible desde casi cualquier punto de la ciudad. Entrar cuesta 4 £ (tanto para adultos como para niños) pero merece la pena elevarse 30 metros más por encima de Calton Hill.

El Monumento a Nelson en Calton Hill.
3. Castillo de Edimburgo
Aunque hay quien afirma que las mejores vistas de Edimburgo se obtienen desde su castillo, a nosotros nos gustan más las de otros miradores (por ejemplo, Calton Hill). ¿Qué sería de las fotos de Edimburgo si no apareciera el castillo de fondo?

Vistas del Monumento a Scott y el Hotel Balmoral desde el Castillo de Edimburgo.
Igualmente, el Castillo de Edimburgo hay que visitarlo y por qué no, aprovechar la oportunidad para asomarse a alguno de sus miradores. Desde la propia explanada de entrada se obtienen buenas vistas (salvo que os pille en pleno Festival de Edimburgo, porque entonces estará ocupada por las gradas del Military Tattoo).
También desde sus murallas, junto a los cañones, y desde el mirador que hay a un lado del Museo Nacional de la Guerra de Escocia. Nosotros os recomendamos darle la vuelta completa al castillo y buscar alguno de esos huecos escondidos que pueden regalaros una de las mejores instantáneas del viaje.

Panorámica de la New Town desde el Castillo de Edimburgo.
4. Museo Nacional de Escocia
El Museo Nacional de Escocia, muy cerca de la Royal Mile, además de albergar una colección muy amplia e interesante (que incluye desde la disecada oveja Dolly hasta los ataúdes de Arthur’s Seat de los que os hablamos aquí), cuenta con una terraza panorámica en el restaurante de la séptima planta desde la que se obtienen unas vistas impresionantes de la Old Town y del resto de la ciudad. El acceso es gratuito, y creednos: merece la pena.
5. Arthur’s Seat
Si tenéis ganas de dar un paseo por la naturaleza fuera de la zona turística de Edimburgo, pero cerca del centro de la ciudad, y sin hacer grandes esfuerzos, podéis aprovechar un par de horas para subir hasta Arthur’s Seat, esa montaña llana en su cima que ya habréis visto desde varios puntos de la ciudad.

Si te animas a subir hasta la cima no te arrepentirás: las vistas son impresionantes.
Imprescindible llevar calzado cómodo, una botella de agua y muchas ganas de hacer fotos (si tenéis suerte con el día y no hay demasiada niebla). Desde la cima de Arthur’s Seat dominaréis toda la ciudad, pues desde sus 200 y pico metros de altura se aprecia prácticamente cada rincón de Edimburgo. ¡Inolvidable!
6. Monumento a Walter Scott
Si paseando por Princes St. os habéis preguntado si se puede subir a esa especie de mole de aspecto gótico y negruzco que hay en mitad de los jardines, la respuesta es sí, y se trata del Monumento a Scott, dedicado al escritor Walter Scott.

Los Jardines de Princes St. desde el Monumento a Walter Scott.
La subida se realiza por unas escaleras de piedra muy estrechas, y es bastante empinada, pero merece la pena hacer el esfuerzo e ir parando en cada nivel para deleitarse con las vistas de la ciudad desde todos sus ángulos.

Vistas de Princes St. desde el Monumento a Walter Scott.
Son especialmente buenas las vistas de Princes St., que nos permite apreciar desde arriba el tráfico constante de peatones, autobuses y tranvías; los edificios más significativos de la zona, como el Hotel Balmoral o los almacenes Jenners; la colina de The Mound, por detrás de la que sobresalen las torres más significativas de la Old Town, como The Hub o la Cámara Oscura, y también el Castillo de Edimburgo con la Galería Nacional de Escocia a sus pies.
7. Cámara Oscura
Puede que de entrada os parezca una atracción algo infantil (lo es), pero lo cierto es que si os animáis a entrar en la Camera Obscura, además de pasar un buen rato haciendo el tonto frente a sus espejos o juegos de luces (y para esto no hace falta tener menos de seis años) podréis descubrir uno de los mejores miradores de Edimburgo, el que se encuentra en su terraza panorámica.

La torre donde se encuentra la Cámara Oscura de Edimburgo.
8. North Bridge
Si cruzáis desde la Royal Mile hacia Princes St. seguramente lo haréis por el North Bridge, el puente que conecta que la Old Town con la New Town. Pues bien: no corráis. A un lado y a otro tenéis magníficas vistas de Edimburgo, y de paso, si no lleváis trípode, aprovecháis para hacer unas fotos apoyados a los lados del puente. A la derecha os sorprenderá la panorámica de Calton Hill con el Cementerio Old Calton delante: probablemente, uno de los mejores ángulos de estos dos lugares. Id parando donde más os guste la perspectiva ¡y a hacer fotos!
9. The Vennel
Si queréis contemplar el Castillo de Edimburgo desde una de sus mejores panorámicas, elevándose sobre la roca en la que se asienta, tenéis que rodearlo y llegar hasta Grassmarket por Victoria St. Una vez en Grassmarket, id hasta el final y girad a la izquierda, donde veréis unas escaleras que suben por un callejón. Se trata de The Vennel, y desde allí tendréis una vista diferente del castillo. Si queréis podéis subir hasta arriba del todo, aunque la vista es más o menos parecida.

El Castillo de Edimburgo visto desde The Vennel.
Antes de iros no olvidéis hacer una parada técnica en Mary’s Milk Bar que veréis en esa misma esquina (seguro que habrá gente haciendo cola, no tiene pérdida). Si queréis comeros uno de los mejores helados de vuestra vida, este el momento.
10. Centro comercial Oceans Terminal
Si tenéis intención de acercaros a visitar el Royal Yacht Britannia, vais a tener que entrar necesariamente a este centro comercial (el acceso al barco se hace desde él). Además de visitar el yate real y poneros los dientes largos con tanto lujo, tenéis que subir hasta la terraza (podéis acceder desde alguno de los restaurantes) para gozar de unas buenas vistas de la costa, con los cruceros atracados. Si el día no está muy nublado, tendréis una bonita perspectiva de los barcos reflejados en el agua.
11. La colina de Blackford
El barrio residencial de Blackford no está cerca del centro, pero si vais a estar unos cuantos días en Edimburgo podéis aprovechar para hacerle una visita y subir hasta la parte más alta de la colina de Blackford, donde se encuentra el bonito edificio del actual Observatorio Real (el que estuvo antaño en Calton Hill y tuvo que ser trasladado por la contaminación del centro de la ciudad).
Si llegáis hasta arriba, estaréis a más de 150 metros sobre Edimburgo y, por tanto, obtendréis una buena panorámica de la ciudad; el camino es un poco cansado pero puede hacerse perfectamente en un paseo a buen ritmo y el entorno es precioso.
12. La colina de North Berwick Law
Seguimos con las colinas, y en este caso os proponemos una excursión hasta la de North Berwick Law. La subida lleva un par de horas aproximadamente, pero al llegar a la cima tendréis como recompensa unas vistas maravillosas de la costa y de sus playas, de las ruinas de la capilla de St Baldred’s, de la zona de East Lothian, del Castillo de Edimburgo y el Forth Bridge y de la costa de Fife. Tampoco olvidéis haceros una foto junto a la réplica de la mandíbula de ballena que hay aquí (hasta hace unos años se trataba de un hueso real, pero tuvo que ser reemplazado por motivos de seguridad).
13. Parque de Inverleith
Si estábais pensando que para tener unas buenas vistas de Edimburgo siempre hay que subir escaleras… no os falta razón. Pero hay una excepción: el Inverleith Park, para el que más bien hay que bajar. Además de ser un buen lugar para pasear y desconectar del bullicio del centro, desde este parque se aprecia perfectamente todo el skyline de Edimburgo.
14. SkyBar Edinburgh
El hotel Doubletree Hilton Edinburgh Centre cuenta con un SkyBar, uno de los secretos mejor guardados de la ciudad en lo que a miradores se refiere, pues presume de tener unas vistas privilegiadas del Castillo de Edimburgo. Se trata de un bar abierto solo el primer jueves de cada mes de 18:00-00:00 horas, al que podéis subir a tomar algo y relajaros con las vistas (incluso un afternoon tea para tener la experiencia completa por el nada módico precio de 22,50 £ por persona).