Apenas lleva un par de décadas en funcionamiento, pero el Museo Nacional de Escocia (National Museum of Scotland) ya se ha convertido en el más importante del país.
Realmente, este museo se formó gracias a la unión de las colecciones de dos museos anteriores situados en el mismo lugar, el Museo de Antigüedades de Escocia y el Museo Real (fácilmente reconocible por su fachada victoriana, que contrasta con el moderno edificio del actual museo).
Una arquitectura rompedora en mitad de la Old Town
El diseño de este polémico edificio corrió a cargo del estudio de arquitectura Benson & Forsyth. Este proyecto no estuvo exento de controversia debido a su diseño vanguardista, que rompía bruscamente con la estética clásica del adyacente Museo Real (se dice que el Príncipie Carlos renunció a apadrinar el museo precisamente por este motivo).

Edificio del Museo Nacional de Escocia.
Este nuevo edificio de formas redondeadas, recuerda lejanamente a las fortalezas escocesas, sobre todo por el color de su fachada, cubierta de arenisca procedente de Moray, una de las regiones costeras de Escocia.
No obstante, a pesar de las protestas, ambos museos quedaron unidos en su interior, y a pesar del contraste entre sus estilos, son parte del mismo conjunto.
Una colección muy completa de temática diversa
La inmensa colección del Museo Nacional de Escocia está repartida en seis plantas, donde objetos y obras de arte de todos los estilos y épocas reconstruyen la historia del país desde sus orígenes hasta el pasado siglo XX: antropología, geología, flora y fauna completan este amplio recorrido por Escocia.
- La primera planta indaga en las raíces de los primeros habitantes de esta tierra, por lo que se centra en la Prehistoria.

Un enorme dinosaurio y algunos animales más te esperan en el Museo Nacional de Escocia.
- El segundo piso abarca un amplio período, comprendido entre la Edad Media y la Edad Moderna, una etapa clave para la formación y consolidación de Escocia como nación.
Todas las instalaciones del museo están adaptadas para personas con movilidad reducida.

Sala principal del museo.
- La tercera planta se centra en la historia contemporánea escocesa y su accidentado proceso de unión con Inglaterra.
- Los dos siguientes pisos ofrecen una completísima exposición sobre la era industrial y la adaptación del país a un nuevo proceso productivo.
- Por último, la sexta planta sigue los pasos de Escocia desde la Primera Guerra Mundial hasta la actualidad.
Como bonus, en el séptimo y último piso, «Rooftop Terrace», podréis disfrutar de unas vistas espectaculares de 360º sobre Edimburgo.
Sus obras más importantes: ¿una oveja, un reloj y una guillotina?
La vasta colección del Museo Nacional de Escocia guarda algunas piezas a las que hay que dedicarles especial atención. Estas son nuestras favoritas:
- El juego de ajedrez de Lewis: aunque no está completo (y otras tantas piezas están expuestas en el Museo Británico de Londres), es uno de los tesoros más interesantes que nos han llegado desde la Edad Media. Se trata de un juego de piezas de ajedrez descubierto a comienzos del siglo XIX en una playa de Lewis. Se estima que fue fabricado en el norte de Europa hacia el siglo XII, y escondido bajo la arena por motivos desconocidos. Es curioso cómo algunas piezas han conservado parte de su color rojo original, lo que nos da la pista de que en lugar de blancas y negras como las piezas de nuestro ajedrez contemporáneo, estas eran blancas y rojas.

La famosísima oveja Dolly.
- La famosísima oveja Dolly, disecada para disfrute de todos los visitantes del museo, que pueden admirar al primer mamífero clonado de nuestra historia.
- Una escalofriante guillotina del siglo XVI (conocida en Escocia como «The Maiden»), utilizada para decapitar a cientos de personas cuando el uso de la espada quedó en un segundo plano por motivos «humanitarios» (para reducir el sufrimiento de los condenados a morir). Lo más curioso es que, pese a su tamaño, era plegable, para poder transportarla allá donde se necesitara.

El Millenium Clock Tower.
- El Millenium Clock Tower, un reloj hecho en madera, metal y vidrio. Resume mil años de historia en sus diez metros de altura, incluyendo guerras, desastres naturales, descubrimientos y obras de arte. Fue construido gracias la unión de cuatro artistas que dieron lugar a esta impresionante obra de ingeniería que homenajea nuestra historia de la mano de unas figuras que se ven atrapadas en el tiempo y coronadas por una escultura de la Piedad.

Un detalle del Millenium Clock Tower.
Un museo imprescindible ¡y gratis!
Si solo podéis ver un museo durante vuestro viaje a Edimburgo, que sea este.
Además de ser gratuita tanto la entrada como la audioguía en español, el museo está muy cerca del centro de la ciudad y es un sitio perfecto para pasar una mañana indagando en la historia escocesa. Si viajas con niños, lo pasarán en grande interactuando con todos los elementos dispuestos para ellos, para que puedan ver, jugar y sobre todo aprender sobre ciencia.